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Como Solicitar una hipoteca

Solicitar una hipoteca: 5 errores comunes a evitar

Solicitar una hipoteca es una de las decisiones financieras más importantes de la vida. Sin embargo, muchas personas cometen errores que podrían evitarse con un poco más de información, análisis y acompañamiento profesional. En este artículo te explicamos los 5 errores más frecuentes al pedir una hipoteca, cómo pueden afectar a tu economía y, sobre todo, qué hacer para evitarlos.

No comparar entre diferentes ofertas hipotecarias

Aunque puede parecer lógico acudir directamente a tu banco de confianza cuando decides solicitar una hipoteca, lo cierto es que esta decisión puede costarte miles de euros a lo largo de los años si no realizas una comparativa entre diferentes entidades. Es uno de los errores más comunes y, al mismo tiempo, más fáciles de evitar si te asesoras bien desde el principio.

¿Por qué es un error?

Cada entidad bancaria tiene sus propias condiciones, tipos de interés, comisiones, plazos y requisitos. Limitarte a una única opción —por cercanía, comodidad o confianza— puede llevarte a aceptar una oferta que no es la más ventajosa para ti.

Por ejemplo, puede que una entidad ofrezca un tipo fijo más bajo, pero a cambio te exija contratar varios productos vinculados (seguros, tarjetas, planes de pensiones) que incrementan el coste total de la hipoteca. O que otra ofrezca menos comisiones, pero con un tipo variable que podría subir considerablemente en el futuro.
La clave está en entender que una diferencia de apenas un 0,2% en el tipo de interés puede traducirse en decenas de miles de euros a lo largo de 25 o 30 años.

Además, en un contexto donde la competencia entre bancos e intermediarios hipotecarios es alta, contar con varias ofertas te da mayor poder de negociación. Si no comparas, estás renunciando de entrada a ese margen de mejora.

Cómo evitarlo

La mejor forma de evitar este error al solicitar una hipoteca es realizar una comparativa objetiva entre varias ofertas hipotecarias. No basta con mirar el tipo de interés nominal (TIN); es fundamental tener en cuenta el TAE (Tasa Anual Equivalente), que incluye todos los costes asociados, como comisiones o productos vinculados.

También debes considerar:

  • El tipo de interés (fijo, variable o mixto)
  • La duración del préstamo
  • Las comisiones de apertura, amortización parcial o total
  • Los productos vinculados exigidos
  • La flexibilidad ante posibles cambios futuros (por ejemplo, si permite subrogación o renegociación)

Si no tienes tiempo o conocimientos para hacer este análisis en profundidad, lo más recomendable es acudir a un intermediario hipotecario profesional, como Àkteon. En lugar de acudir de banco en banco, nuestros expertos comparan por ti entre decenas de entidades para encontrar la oferta que mejor se adapta a tu perfil, sin coste para ti y con total transparencia.
Además, gracias a nuestra red de colaboradores —especialmente con inmobiliarias— conseguimos condiciones que, como particular, podrías no obtener por tu cuenta.

No calcular todos los costes asociados a la hipoteca

Cuando alguien decide solicitar una hipoteca, uno de los errores más comunes es fijarse únicamente en la cuota mensual. Aunque esta cifra es importante, representa solo una parte del gasto total que implica convertirse en propietario de una vivienda. No tener en cuenta todos los costes asociados puede llevarte a situaciones financieras complicadas o a aceptar condiciones menos favorables de las que realmente necesitas.

¿Por qué es un error?

Más allá del importe que pagarás cada mes al banco, hay una serie de gastos que muchas veces se subestiman o se pasan por alto:

  • Gastos iniciales: incluyen la tasación de la vivienda, los honorarios notariales, la inscripción en el Registro de la Propiedad, los impuestos como el Impuesto de Actos Jurídicos Documentados (IAJD), y posibles comisiones de apertura del préstamo.
  • Gastos recurrentes: como el seguro de hogar (habitualmente obligatorio), seguro de vida si está vinculado a la hipoteca, el Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI), gastos de comunidad, mantenimiento de la vivienda, etc.
  • Coste de los productos vinculados: muchos bancos ofrecen condiciones aparentemente atractivas, pero sujetas a la contratación de productos adicionales como tarjetas, seguros, planes de pensiones o domiciliaciones. Estos productos pueden suponer un coste significativo a medio y largo plazo.

Además, si se trata de una hipoteca a tipo variable, es imprescindible contemplar el riesgo de subidas del Euríbor. Lo que hoy parece una cuota cómoda, puede encarecerse con el paso de los años si los tipos de interés aumentan.

Cómo evitarlo

La clave está en realizar un estudio completo del coste total de la hipoteca, más allá de la cuota mensual. Aquí van algunas recomendaciones prácticas:

  • Utiliza simuladores hipotecarios que incluyan todos los gastos asociados, no solo la cuota.
  • Solicita siempre la FEIN (Ficha Europea de Información Normalizada), un documento que resume de forma clara las condiciones y gastos de la hipoteca.
  • Evalúa bien el impacto de los productos vinculados: ¿cuánto pagarás al año por ellos?
  • Simula distintos escenarios: ¿cómo afectaría a tu cuota una subida del Euríbor de 1 o 2 puntos?
  • Calcula el coste total del préstamo al final del plazo (incluidos todos los gastos y comisiones).

Además, contar con el acompañamiento de un asesor hipotecario especializado puede marcar la diferencia. En Àkteon, por ejemplo, ayudamos a nuestros clientes a entender con claridad cuánto les costará realmente su hipoteca, estudiamos todas las ofertas y evitamos que firmen condiciones poco favorables sin ser plenamente conscientes de su impacto económico. Si quires saber más sobre los gastos asociados lee el artículo: Gastos asociados a una hipoteca ¿Cómo afectan? 

No comparar entre diferentes entidades financieras

Antes de tomar una decisión tan importante como contratar una hipoteca, es fundamental analizar y comparar distintas opciones. No hacerlo es uno de los errores más frecuentes y costosos entre quienes compran su primera vivienda.

Cada banco ofrece condiciones distintas

No todas las hipotecas son iguales. Las entidades financieras pueden ofrecer tipos de interés similares, pero variar enormemente en los productos vinculados, comisiones, plazos de amortización o requisitos de solvencia. Aceptar la primera oferta sin revisar otras alternativas puede implicar costes ocultos o condiciones poco flexibles.

Por ejemplo, mientras una entidad puede ofrecer un tipo fijo con bonificación por domiciliar la nómina y contratar un seguro, otra puede eliminar esas vinculaciones o mejorar el tipo con otros incentivos más convenientes para tu perfil financiero.

Compara para negociar con más fuerza

Solicitar varias ofertas no solo te permite identificar la más ventajosa, sino que también te da herramientas para negociar. Si un banco sabe que tienes otras propuestas sobre la mesa, es más probable que mejore sus condiciones para retenerte como cliente.

Además, utilizar comparadores de hipotecas o contar con el apoyo de un intermediario financiero especializado puede ayudarte a detectar las diferencias relevantes entre préstamos que, a simple vista, parecen similares.

No tener en cuenta todos los gastos asociados

Muchas personas se centran únicamente en el precio de compra del inmueble o en el importe de la hipoteca solicitada. Sin embargo, comprar una vivienda implica asumir una serie de gastos adicionales que, si no se contemplan desde el inicio, pueden desajustar por completo el presupuesto previsto.

Gastos de compraventa e impuestos

Al formalizar la compra de una vivienda, deberás abonar costes como el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales (ITP) o el IVA, dependiendo de si la vivienda es de segunda mano o nueva. A esto se suman los gastos de notaría, registro de la propiedad, gestoría y tasación. En conjunto, estos gastos pueden representar entre un 10% y un 13% del valor de la vivienda, dependiendo de la comunidad autónoma y del tipo de inmueble.

No tener en cuenta estos importes puede llevarte a quedarte sin liquidez en el momento clave, o incluso a no poder formalizar la operación.

Productos vinculados y costes ocultos

Algunas entidades pueden ofrecer hipotecas con condiciones atractivas a cambio de contratar productos vinculados como seguros, tarjetas, planes de pensiones o domiciliación de recibos. Aunque en un principio estos servicios pueden parecer menores, en conjunto suponen un coste adicional significativo a lo largo del tiempo.

Es fundamental analizar bien si esos productos son realmente necesarios para ti o si encarecen tu hipoteca sin aportar un beneficio real. En ocasiones, una hipoteca sin vinculaciones, aunque con un tipo de interés ligeramente superior, puede resultar más rentable a largo plazo.

No comparar diferentes ofertas hipotecarias

Antes de firmar una hipoteca, es fundamental analizar las distintas opciones que ofrece el mercado. Conformarse con la primera propuesta, normalmente la del banco habitual, puede suponer aceptar unas condiciones menos favorables de las que podrías conseguir con un poco más de investigación.

Diferencias clave entre entidades bancarias

Cada banco aplica criterios diferentes a la hora de ofrecer una hipoteca: tipo de interés, plazo de amortización, comisiones, productos vinculados, requisitos de ingresos… Todos estos factores pueden influir notablemente en el coste total del préstamo. Por eso, comparar varias ofertas te da un mayor poder de decisión y te permite negociar con mejores argumentos.

Incluso pequeñas diferencias en el tipo de interés pueden traducirse en miles de euros de ahorro a lo largo de los años. No subestimes el impacto de comparar.

Apoyarte en expertos puede marcar la diferencia

No siempre es fácil entender las condiciones hipotecarias y valorar cuál es la mejor opción para tu perfil financiero. En este punto, contar con un intermediario especializado puede ayudarte a acceder a condiciones más competitivas, evitando errores y ahorrando tiempo.

Los profesionales pueden negociar directamente con distintas entidades, analizar tu situación financiera y presentarte propuestas adaptadas a tus necesidades reales. Esto aumenta las posibilidades de éxito y mejora las condiciones finales de la hipoteca.

Solicitar una hipoteca es más que una firma

Solicitar una hipoteca no debería ser una decisión impulsiva ni guiada solo por lo que dice una entidad financiera. Requiere análisis, estrategia y, sobre todo, información clara y objetiva. Evitar estos errores te permitirá no solo ahorrar miles de euros, sino también disfrutar de tu vivienda con tranquilidad.

Si estás valorando comprar una vivienda y necesitas ayuda con la hipoteca, no lo hagas solo. El equipo de Àkteon está aquí para acompañarte paso a paso. Contacta con nosotros y te ayudaremos a encontrar la mejor solución según tu perfil y tus objetivos.

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